sábado, 9 de octubre de 2010

RUTAS: VIA VERDE DEL ACEITE

Una infinita cobertura de olivos es la principal seña de identidad de los 55 Km. por los que discurre la jiennense Vía Verde del Aceite. Fue tal el protagonismo de este producto, que el ferrocarril que circulaba por las antiguas vías fue conocido popularmente como el Tren del Aceite.
Empezamos en Jaén, cerca del polideportivo de las Fuentezuelas. En el Km. 6 se pueden llenar las cantimploras. Pasada la estación de Torredelcampo (Km. 11), acondicionada como área de descanso, nos acercamos a Torredonjimeno. De los dos túneles que hemos superado, el del Caballico tiene 330 m. en curva; está iluminado, pero conviene tener cuidado por si nos cruzamos con algún vehículo agrícola que, aunque lo tienen prohibido, suelen usar este túnel como atajo.

También hemos pasado el viaducto del Arroyo de la Piedra del Águila, que favorece la sensación de volar sobre los olivos a lo largo de sus 104 m. de largo. Aconsejamos descender hasta la base: la vista es impresionante. El recinto de la estación de Torredonjimeno, otra área de descanso, está en el Km. 15. Para seguir ascendiendo hacia Martos (Km. 23) cruzamos por cuarta vez la carretera A 316, en esta ocasión a través de una pasarela elevada de nueva construcción.
 
Desde Martos comienza el descenso hacia el final de la ruta. Los montes salpicados de olivos son la tónica del paisaje, y así nos adentramos en el valle del Río Salado, que se sortea gracias a otro impresionante viaducto de 208 m. Un pequeño puerto, que concluye a 2 Km. de la estación de Vado – Jaén (Km. 37), rompe la tónica del descenso, pero desde aquí la ruta ya no tiene más pendientes. El valle del Río Víboras nos depara otra magnífica construcción de 224 metros.

La última estación del recorrido es la de Alcaudete (Km. 48). Al otro lado se produce el último encuentro con la A 316, que se despide con un paso a nivel: ¡mucha precaución! La traza abandona los olivos y entra en una vegetación mediterránea más aclarada. El valor natural de la zona es la Reserva Natural de la Laguna Honda (Km. 50).

En el Km. 52 se cruza el barranco del Desjarradero por un nuevo puente metálico de 83 m., aperitivo del espectacular viaducto metálico del río Guadajoz. Este increíble mecano se eleva sobre dos pilas de vigas de hierro articuladas que sostienen una gran celosía de 200 m. de longitud. Al otro lado del puente concluye esta Vía Verde y avanza por tierras de Córdoba como la Vía Verde de la Subbética, pero esa historia la contaremos próximamente.

HISTORIA DEL FERROCARRIL
Hasta 1893 no circularon los primeros trenes desde Jaén hasta Puente Genil. Uno de los principales objetivos de aquel nuevo ferrocarril fue el transporte de aceite a granel, embarcado en vagones cisterna. Tal fue el protagonismo de este transporte que el ferrocarril recibió la denominación popular de “Tren del Aceite”, nombre que ha heredado la actual Vía Verde.

La historia económica del ferrocarril nunca fue boyante. Sería la Guerra Civil la que le dio nueva vida, periodo en el que este trazado sirvió de alternativa al frecuente bombardeado Espeluy-Sevilla. Pero cuando callaron los fusiles también lo hicieron las locomotoras, que cada vez se dejaban ver menos por sus vías hasta que en 1985 se clausuró definitivamente.

EL RECORRIDO
La Vía Verde del Aceite recupera el trazado del Ferrocarril Jaén- Puente Genil. Prosigue en la provincia de Córdoba como Vía Verde de la Subbética hasta la estación de Navas del Selpillar, aunque muy pronto llegará hasta Puente Genil, el final de la línea. De esta forma se recupera toda el trazado: 120 magníficos kilómetros para recorrer a nuestro ritmo.
Desde Martos comienza el descenso hacia el final de la ruta. Los montes salpicados de olivos son la tónica del paisaje, y así nos adentramos en el valle del Río Salado, que se sortea gracias a otro impresionante viaducto de 208 m. Un pequeño puerto, que concluye a 2 Km. de la estación de Vado – Jaén (Km. 37), rompe la tónica del descenso, pero desde aquí la ruta ya no tiene más pendientes. El valle del Río Víboras nos depara otra magnífica construcción de 224 metros.

La última estación del recorrido es la de Alcaudete (Km. 48). Al otro lado se produce el último encuentro con la A 316, que se despide con un paso a nivel: ¡mucha precaución! La traza abandona los olivos y entra en una vegetación mediterránea más aclarada. El valor natural de la zona es la Reserva Natural de la Laguna Honda (Km. 50).

En el Km. 52 se cruza el barranco del Desjarradero por un nuevo puente metálico de 83 m., aperitivo del espectacular viaducto metálico del río Guadajoz. Este increíble mecano se eleva sobre dos pilas de vigas de hierro articuladas que sostienen una gran celosía de 200 m. de longitud. Al otro lado del puente concluye esta Vía Verde y avanza por tierras de Córdoba como la Vía Verde de la Subbética, pero esa historia la contaremos próximamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario